Es un tratamiento que ha demostrado ser muy eficaz para una terapia de rejuvenecimiento facial sin dolor, sin anestesia y con escaso tiempo de recuperación, ofreciendo muy buenos resultados.
El láser tiene 2 funciones principales:
En la primera fase, se produce una ruptura del pigmento de la piel, ayudando a que sean eliminadas por el cuerpo sin dolor alguno.
En la segunda, se produce un calentamiento profundo en la primera capa de la piel que causa una estimulación del colágeno.
3 sesiones, 1 cada 4 semanas.
45 minutos.