Son células que tienen la capacidad de regenerar cualquier tejido dañado, mejorando su funcionamiento sin importar la edad. Por ejemplo, hueso, cartílago, riñón, hígado, sistema nervioso, corazón, páncreas, entre otros.
El tratamiento se inicia con la preparación del paciente por parte del doctor tratante con una anticipación de 7 días. Durante este periodo, se administra vía intravenosa el elixir (Power Serum), el cual está diseñado para regular procesos biológicos en el sistema endotelial. Posteriormente, se da inicio al proceso de células madre.
Una vez iniciado el tratamiento, el paciente comienza a percibir efectos positivos de las células madre. Entre estos efectos inmediatos se encuentra la regulación del sistema inmune, la producción de exosomas que estimulan la comunicación celular y la diapédesis, es decir, el paso de las células de los vasos sanguíneos a los tejidos. Estos efectos son visibles desde la primera semana posterior a la aplicación del tratamiento.
Pacientes sanos que deseen retrasar el envejecimiento y pacientes con enfermedades crónicas degenerativas.
Son las células troncales mesenquimales provenientes de placenta y cordón umbilical, jóvenes y sanas.
Son células troncales mesenquimales que están señalizadas para que, al momento que ingresan en el torrente sanguíneo del paciente, se dirijan al órgano o tejido a tratar (regenerar).
Porque se realizan procedimientos de selección de la donante y se le da seguimiento durante el periodo de gestación. Posteriormente, se complementa con procedimientos como pruebas de PCR para identificar que estén libres de virus y bacterias. Además, cada tratamiento de células madre está acompañado de un certificado de calidad que confirma los procedimientos realizados.
Las células madre también se pueden utilizar para tratar diversas enfermedades, como fracturas, enfermedades del sistema nervioso, enfermedad de Alzheimer, lupus, demencia senil, enfermedad de Lyme, niveles altos de colesterol, infecciones virales, alopecia androgénica, entre otras.
El doctor realiza todos los estudios necesarios para tener un expediente clínico completo del paciente. Esto facilita un protocolo de tratamiento confiable, regulando las dosis. En el caso muy raro de una sobredosis de células madre, el paciente puede experimentar síntomas como febrícula, náuseas y/o diarrea.